lunes, 23 de febrero de 2009





"Se dice que una mañana iba el ministro del Emperador amarillo paseando por la playa cuando vió las huellas de un pájaro en la arena, entonces comprendió la escritura y los fantasmas y
espíritus lloraron y llovió grano".









Esta bonita leyenda intenta explicar el origen de la escritura, es curioso ver cómo aquél que inventase esta leyenda pretendía hacer creer que la escritura no era algo inventando por el hombre, sino que es una cosa natural, algo que la propia naturaleza nos ofrece. Los espíritus y los fantasmas lloran al ver nacer una nueva era de conocimiento y razón, comienzo del fin de las supersticiones.

Siendo ya un poco más científicos, os contaré cómo nació la escritura china según algunas investigaciones arqueológicas y lingüísticas. Para ello, primero hay que explicar el papel tan importante que tenía la tortuga para los pueblos primitivos, pues bien, éste animal es uno los primeros en recibir una atribución sagrada, y es que su forma era considerada una repesentación del mundo, así pues, tendríamos la bóveda celeste en su caparazón, su vientre sería la tierra, y sus cuatro patas los cuatro pilares que sostienen el mundo.


De este modo, una vez muertas, se utilizaba la placa ósea de su vientre para leer el futuro: se clavaban palillos calientes en el hueso, de forma que éste se resquebrajaba, y eran estas grietas las que según la forma caprichosa que tomasen significaban que iba a pasar una u otra cosa en la tierra, y son estas grietas las que originaron la idea de grabar en estos huesos y en los caparazones símbolos y representaciones de animales, cosas, y más tarde, conceptos.


Fuente: clases de literatura china de la Universidad de Granada a cargo de Alicia Relinque

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